De goleador a galeno, Alberto «habilidoso»

Ángel Lozano, Caminero, Alberto, Moreno, César Gómez, Ayarza, Goyo Fonseca, Moya, Patri, Pachí y Minguela
Alberto posa con su libro en una imagen reciente

José Anselmo Moreno

Alberto López Moreno es uno de esos futbolistas que supieron planificar el futuro tras la retirada y su senda fue la medicina, como José Martínez Pirri, Alfonso Del Corral, Juan Antonio Corbalán o Pablo Alfaro. Sin embargo,Alberto ha sido muchas más cosas, ya que la mutación de «nueve» a doctor ha sido muy provechosa.
Además de cargos en varios organismos, ha publicado el libro «Primeros auxilios en el deporte», una especie de manual en el que se recogen todo tipo de lesiones. Y es que desde hace años lleva implícito el chip de medico más que el de exfutbolista. «No se puede jugar siempre al fútbol, es una cuestión de edad aunque tanto como futbolista o de médico hay buenos y malos momentos por igual, jugar en Primera es los máximo pero estar ahora inmerso en ese ambiente también es bonito».
De su carrera futbolística le dejo huella su debut en Primera en Murcia,aunque se estrenó en un banquillo de suplentes mucho antes convocado por la megafonía de Zorrilla cuando iba a ver el partido junto a sus compañeros del Colegio Mayor. También se queda con su primera vez de titular en Logroño, el día que consiguió ganar 1-3 en el Bernabéu y acabó jugando de central, y también jugar con la Sub-21 con la que marcó un gol a Hungría.

FUTBOLISTA TARDIO

Alberto comenzó muy tarde a jugar federado y su padre siempre le inculcó los estudios antes que el fútbol. «Quien día a día no mejora deja de ser 71 bueno». Esa frase es del doctor Pedro Guillén y Alberto la ha tenido en su despacho durante muchos años. Considera que la medicina deportiva ha mejorado con los nuevos métodos diagnósticos y quirúrgicos, la especialización de los médicos y el trabajo de los fisioterapeutas con los ejercicios de prevención de las lesiones llevados Sobre el entrenador que más le marcó recuerda a muchos. «He tenido la gran suerte de tener grandes entrenadores como Cantatore, Moré, Mesones,
Saso, Miera, Maturana Nando Yosu, Kresic, Manzano o Preciado de todos ellos se aprende algo. De Cantatore, a quien admira, tiene clavado no haber jugado la final de Copa del Rey de hace treinta años. Tiene una anécdota curiosa con el chileno. Antes de un partido Sevilla-Valladolid Cantatore comentó en la charla que era un delantero «guapo» y que lo tenía que demostrar en campos como el Sánchez Pizjuán. «Mi madre me había regalado una gabardina para llevar con el traje del equipo y pensé que Cantatore se refería a que me quedaba bien la gabardina. Ese día ganamos 2-4 y yo metí dos goles a Dasaev, uno desde fuera del área. Después supe que en latinoamérica delantero guapo significa valiente, de raza y bravo».
Alberto López ha sido muchas cosas, además, presidente de la Fundación Eusebio Sacristán, fue secretario general de la AFE y miembro del Comité Medico de la FIFPro (Federación Internacional de Futbolistas Profesionales). Asimismo, fue componente de la Agencia Estatal Antidopaje y del Panel Antidopaje de la UEFA. «Me gusta mucho el fútbol, esa es la razón por la que soy tantas cosas, todas ellas relacionadas con este deporte», asegura mientras intenta resumir todos sus cargos y funciones.
Alberto López Moreno (Madrid, 25-02-1967) se retiró como profesional en el año 2003 jugando en el Palencia y desde 2004 forma parte del cuerpo médico del Valladolid. Paradójicamente, tuvo que pasar varias veces por las manos de los médicos porque tuvo cuatro lesiones graves desde que llegó procedente del Moscardó en diciembre de 1986 con apenas 20 años.
Entonces ya había empezado la carrera de Medicina, aunque antes de debutar en Primera estuvo cedido en el Burgos. «Estaba acostumbrado a estudiar y a jugar desde niño. Tras un año estudiando Biología saqué la nota en selectividad para Medicina en Madrid y después tuve que pedir el traslado de expediente y terminar la carrera en Valladolid».

GOLEADOR SIEMPRE

Alberto ha goleado en todos los equipos en los que estuvo. Entre otros, Moscardó, Real Valladolid, Burgos, Racing de Santander y Palencia 72 disfrutaron de su fútbol directo, corajudo y de choque. Su ídolo era otro delantero fuerte e impetuoso, el ariete danés Elkjaer Larssen, aquel jugador que falló un penalti ante Arconada en las semifinales de la Eurocopa del 84 en Francia, lo que otorgó a España el pase a la final. «Nadie conocía a Larssen. En una ocasión, cambié dos pósters de Maradona y de Van Basten por uno del jugador danés y la gente no lo entendía», relata Alberto.
Como ya queda dicho Alberto debutó en el fútbol de elite de una manera sorprendente. Acababa de llegar a Valladolid procedente de Usera para seguir formándose en el club de Zorrilla y vivía en una residencia de estudiantes. Un miércoles por la noche iba con sus compañeros al estadio en plan aficionado, sólo para ver al equipo. Al llegar al campo, le llamaron por megafonía para que completase la lista de convocados y se sentara en el banquillo.
«Se había lesionado durante el calentamiento un delantero (Endika Guarrotxena). Yo dejé mi bocadillo en la grada y me fui corriendo a vestuarios. Así, de esta forma tan peculiar, debuté en la elite», comenta Alberto quien ha pasado a ser el doctor López Moreno pero, pese a la bata blanca, no es difícil imaginárselo disputando balones imposibles, de esos que se perdían por la línea de fondo y rebañaba con el consiguiente aplauso de un público que le cantaba «Alberto habilidoso» y con ello se quedó.

Ángel Lozano, Moreno, Caminero, Alberto, Gonzalo, Ramón, Moya, Lemos, Minguela, Patri y Jankovic.
En su primera temporada

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